miércoles, 20 de marzo de 2013

VALORES DE MI TIERRA: Calderas, pueblo blanquecino



VALORES DE MI TIERRA

Resaltando los valores patrimoniales de mi tierra barinesa, saco del archivo de cronista estos dos interesantes textos de dos damas que le escriben a las cosas nobles que enaltecen  nuestro gentilicio y nos hacen sentir orgullosos de haber nacido en tierra barinesa.  La joven  poeta Ana Spósito, nacida en la capital de la república; pero desde hace más de una década residenciada en la población de Socopó, municipio Antonio José de Sucre, nos hace transitar  en esta oportunidad por los hermosos parajes de la hermosa y  turística localidad de Calderas y la no menos inteligente y dinámica Carlina Subero, quien nació en la hermosa población de Cantaura del estado Anzoátegui; pero quien desde muy pequeña reside en esta ciudad, sintiéndose barinesa por los cuatro costados, por ello se adentra por las tradicionales confecciones de las típicas muñecas de trapos, ambas se bañaron en nuestro río Santo Domingo quedándose para siempre bajo cielo barinés.  (APL)

Calderas, pueblo blanquecino



 
El corazón apresurado ante la expectativa, que corría entre el pecho y los labios, después de horas de viaje era el resultado de la incógnita de conocer un pueblo muy particular encerrado en una de la montañas mas hermosas que enlazan las providencias del llano con el misterio de los andes.
En este pueblo conseguimos dos posadas, Cielito Lindo y la posada Camino Real, cada una en su estilo reciben a todos los visitantes con característica amabilidad, los espacios que en ellas se disfrutan inspiran a la paz, a la comunión entre los hombres, al amor e inundan de los más finos aromas el olfato. En la posada Cielito Lindo encontramos una terraza con vista espectacular, desde donde se puede divisar un estupendo paisaje que invita a soñar con los Ángeles, el aire fresco acaricia la piel, y entra a nuestro cuerpo resultando vital. En la posada Camino Real ubicada al lado del río de la Piedra del Patio, la vista es espectacular, el río que corre en azul impetuoso y toda la variada y exuberante flora que le rodea. El mismo ofrece un baño entre frías y renovadoras aguas, definitivamente hay que experimentarlo, para quedar bautizados y enamorados de la naturaleza Caldereña. Después en ambos lugares se puede palpar la emoción por descubrir los exquisitos platos que elaboran manos benditas; las comidas, los cafés, los postres, con olores a montaña, son irresistibles. Las noches son tranquilas se puede conversar en la plaza, rodeada de la magia del lugar. 




“Calderas,
Pueblo blanquecino que nos acogiste en tu lecho
Montañas misteriosas que susurran un secreto
Gente amorosa, miel en la mirada, calor en el pecho
Expresión amistosa, piel bronceada, corazón intenso
Siento que tus calles historian fantasía, en botella de añejo
Aguas intranquilas, tierra fértil, tristeza si me alejo.”


Ana Spósito.



con las manos
muñecas de trapo
conservadora y cándida  creación 
que no prescribe




Textos: Carlina Subero Delgado

Vestigios del reciente siglo pasado, cuando las muñecas de trapo eran la predilección de las más pequeñas a la hora de jugar aún son palpables. Todavía hay quienes se dedican con tesón y mucho cuidado a elaborar vistosas, delicadas, inocentes y románticas muñecas.

juguetes de vieja data
La pasión de los más jóvenes no es de la época de nuestras abuelas y bisabuelas, va mucho más allá. Testimonio de esta afirmación proviene de las civilizaciones antiguas, cuando los muertos eran enterrados junto a sus pertenencias más queridas, por la creencia de resucitar en otra vida y llevar su avío con los objetos personales más preciados. Siendo así, se puede alegar que desde siempre han existido los juguetes.
Las muñecas, más específicamente, se fabricarían de variados materiales -cera, papel, madera, cerámica, cartón, plástico y otros-, en diferentes tamaños y presentaciones, pero con un sólo fin: entretener y acompañar a las niñas de la casa. 




las primeras de trapo
A partir del siglo XIX se confeccionarían las primeras muñecas de trapo; entre retazos de tela, botones, estambre, hilo, relleno y otros materiales de corte y costura, lo que se ha mantenido hasta la actualidad. Sin embargo la tecnología las ha dejado un poco atrás pues los juegos electrónicos y las muñecas que hablan, cantan, se hacen pipi y hasta caminan; les sacaron buena ventaja frente al tradicionalismo que representan estas atracciones que de seguro enloquecían a nuestras abuelas y no había ninguna que no muriera por tener una compañera de esas en su habitación, velando sus sueños.



comprar una muñeca
Si desea adquirir una muñeca de trapo en el casco de la ciudad de Barinas, debe saber que algunos comerciantes de la economía informal venden estas agraciadas creaciones, cuya materia prima principal requiere amor, dedicación más un poco de paciencia. Los costos varían dependiendo del tamaño y lo recomendable es consultar varios kioscos y comparar para conseguir un buen precio.




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