LOS
LLANEROS Y LA LIBERTAD DE AMÈRICA
El llanero es
el resultado de la mezcla del conquistador, el aborigen y el africano. De allí
le viene su controversial conducta. El conquistador del llano “era un elemento
vigoroso, con mucha sangre y fuerzas orgánicas, palpitantes, recias en la
espesa red de sus nervios, y al chocar con aquel otro elemento pálido y entenebrecido
por una naturaleza calurosa y monótona, venció y se impuso sin mayores
resistencias hasta el extremo de hacerle desaparecer.” Los llaneros, para muchos eran considerados
sólo un puñado de hombres incivilizados, barbaros en su proceder, rústicos en
sus costumbres y rebeldes ante los deseos del conquistador.
El llanero posee un apego casi espiritual,
telúrico y humano que lo atan a esas inmensidades que le colman de valor para
enfrentar tanto peligro y realizar acciones increíbles por los citadinos,
conquistadores y colonos que quisieron imponerse ante esta raza de hombres que
sin su participación en la gesta independizadora hubiese sido imposible la
libertad de América. El mismo general Morillo lo reconoció al manifestar: "Catorce
cargas consecutivas sobre mis cansados batallones, me hicieron ver que aquellos
hombres no eran una gavilla de cobardes... sino tropas organizadas que podían
competir con las mejores de su majestad el rey". También le escribió al rey “Dadme
cien llaneros y me paseo por Europa en nombre del Rey de España”.
El general Morillo, si entendió que
para vencer en la guerra era necesario ganarse a los llaneros a favor de la
causa realista. Él sostenía que estos
desarrapados se habían convertido “en una pesadilla ya que le atacaban por los
flancos y desaparecían y cuando eran perseguidos se volvían y los soldados
españoles se clavaban solitos en sus largas lanzas”. Se valían de cualquier
acción que con arrojo y valentía figuraban hazañas increíbles.
Como graficando la gesta
libertadora el general Santander escribió: “No puedo pasar en silencio esa campaña
de Apure donde las privaciones, las penalidades y los peligros se acumularon
para probar nuestra constancia. No teníamos más patria que el terreno donde
vivaqueábamos. Descalzos absolutamente, sin ropa, sin recursos, y alimentados
solo con carne asada y sin sal, deseábamos los riesgos para acabar con gloria
una vida tan amarga".
Sin la participación del llano y los
llaneros no se hubiese logrado la libertad de América. Era tanta la fama de
estos hombres que el capitán Domingo López Matute, quien fue de los llaneros de
Boves y luego de Páez, desertó de la guarnición de Cochabamba, muy cerca de
Argentina, a donde paso lanzado a la aventura, participando en varias revueltas
al servicio de Facundo Quiroga; pero luego de haberse ganado la fama de
aguerrido, intrépido y valiente, es hecho prisionero en ese país y fusilado en
la plaza de Salta, ciudad ubicada al sur de la Argentina.
En una oportunidad el general Gregorio de
la Madrid, quien conocía las hazañas de Matute y los llaneros le dijo al
general Antonio José de Sucre: “… Ah mi General, si me
diera unos doscientos hombres como esos que llevó Matute, yo le daría cuenta de
toda la Confederación Argentina".
Eran “Hombres acostumbrados en sus pampas a sus
ríos tormentosos, a domar caballos salvajes y a vencer cuerpo a cuerpo al toro
bravío, al cocodrilo y al tigre”. Poseían la fiereza del tigre para vencer al
ejército realista, vencedores en los más difíciles combates de la Europa y
estos bravos llaneros apenas armados con lanzas de madera vencieron a tropas de
soldados que les doblaban en número y en armamento.
Fueron los
llanos y los llaneros los que brindaron todo el apoyo logístico a la guerra;
ellos aseguraron el dinero, comida,
ganado, los mejores hombres y todos los recursos necesarios para
emprender tal empresa.
Para cualquier
información puede comunicarse a los teléfonos: 0273-4150773-.Palacio Municipal.
Oficina del Cronista. www.alarrarte@hotmail.com
Excelente su blog señor cronista, le ruego escriba sobre el general Nicolas Silva intrepidisimo y poco conocido
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