ENCUENTRO EN MEMORIA DE
JOSÈ LEÒN TAPIA
Palabras pronunciadas en
el III Encuentro Nacional de la Cultura Llanera José León Tapia, realizado los
días 16 y 17 de junio de 2011, en la ciudad de San Juan de los Morros, estado
Guárico.
Con orgullo barinés
y con el recuerdo y la memoria del maestro José León Tapia, asumo este sublime
compromiso de hilvanar estas sencillas y sinceras palabras cargadas de afecto,
en nombre de sus familiares, paisanos y amigos y valiéndome de la concesión
afectiva que ustedes me brindan me desgarro el alma para expresar abierta y
llanamente; como lo diría el mismo José León, estamos entre amigos y aquí no venimos a dar discursos académicos, sino
a llevar la palabra de afecto y amistad, en un reencuentro de fraternidad y
cordialidad llanera, en memoria del amigo fraterno, conversador y memorialista
del llano, el maestro José León Tapia.
Que en esta su tercera edición se realiza
en merecido homenaje a los historiadores Antonio Armas
Chitty y Federico Brito Figueroa, gracias a la iniciativa de mi amigo, hermano y tocayo Alberto Díaz,
quien ha contado con el valioso apoyo de la Gobernación del estado Guárico,
a través de la Fundación para el Desarrollo de la Cultura Guariqueña
(Fundaculgua) y la Universidad Rómulo Gallegos, hago mención especial en su
vicerrectora académica, la doctora Arisela Medina, a quien me une un manojo de
afectos que florecen como espinito sabanero en el largo y ancho lienzo de la
llanura.
Esta experiencia que para unos comienza hoy,
servirá para prepararnos y asumir el compromiso del XII Simposio Internacional
de Historia de los Llanos Colombo-venezolano que se realizará en estas tierras
guariqueñas el próximo año.
Ahora, estamos acá
custodiados por los morros para enaltecer la memoria del epónimo de este
encuentro de la cultura llanera y por consiguiente exaltar las bondades de esa
cultura, para muchos indescriptible.
He venido sin
pretensiones de alardear de orador, sólo pretendo que mi voz sea eco del
sentimiento de muchos de los afectos que por siempre animaron y sembraron en
José León, una estela de emociones solidarias que perduraran por siempre en el
tiempo indetenible y por la amistad común que nos une, no dudo en sentirme con
el derecho de ser el albacea de su palabra.
A propósito encontré un
artículo publicado en la prensa, en enero de 2006, de mi buen amigo Miguel
Azpurúa, que encaja en momento oportuno, cuando vengo con el morral cargado de
nostalgias y recuerdos, a estas llanuras guariqueñas a las que José León,
dedicó su última novela, publicada post-morten; sobre el legendario llanero, oriundo
de Guardatinajas, Domingo López Matute, Muerte
al amanecer , y como algunos esperan que les de un semblanza de ese médico
y memorialista barinés, quien consagró su vida a su tierra barinesa.
Cito un fragmento del
aludido artículo:
“¿Quién es José León Tapia? Algunos se
preguntarán –deben ser muy pocos afortunadamente-, es por ello que en este
pequeño artículo intentaremos esbozar varios rasgos de su abnegada e inquieta
existencia. José León Tapia cumplirá el próximo mes de febrero 78 años, nacido en Barinas –la ciudad de las casas blancas-,
hijo de Luis Alfonso Tapia Encinoso y de doña Carmen Contreras Gutiérrez. Se
formó didácticamente en la escuela “Carlos Soublette” de su ciudad natal,
continuando en el Colegio “La Salle” de Barquisimeto hasta obtener su grado de
bachiller en el liceo “Lisandro Alvarado” de la capital crepuscular. Poco
después inicia su carrera de Medicina en la Universidad Central de Venezuela,
recibiendo su título de Médico Cirujano en 1952. Regresando casi inmediatamente
–del brazo de su juvenil esposa– a Barinas, para ejercer su digna profesión, a
la que ha dedicado más de medio siglo de su existencia, combatiendo la
mediocridad, el conformismo y el “rastacuerismo”.
Como dije al inicio, nos encontramos entre
la fraternidad y el afecto de una amistad concebida de principios y valores
nobles, que gusto me da leer esta misiva de mi fraternal amigo y maestro Adolfo
Rodríguez, cuando el 19 de diciembre de 2007, me escribió:
“Apreciado Alberto:
Sin reponerme aún de la inesperada partida de
José León. Escribí esta nota para El Nacional, que no ha salido
aún. Te autorizo para divulgarla, si lo consideras. Saludos a los tuyos y
feliz navidad.”
Adolfo Rodríguez
Y la nota en referencia,
como ven, con la anuencia de su autor, la traigo para refrescar esas vivencias
compartidas en tierras colombianas, titulada acertadamente:
PATRIA PARA JOSÉ LEÓN
Dice la nota:
“Tal vez porque patria es casi el anagrama
de su apellido, fue que usamos ese término para el pronunciamiento final del
último Encuentro Colombo-Venezolano de Escritores Llaneros realizado en Arauca.
Acuerdo que deriva de su vibrante
discurso, la mañana del 27 de noviembre, rememorando J. L. Tapia, una exitosa
travesía escrituraria, la motivación central de su próxima saga de llanerías
así como andanzas por suelos araucanos
tras tantas pistas de una fascinación desfallecida casi en Venezuela y
rozagante en aquellos llanos. Sensación
de destierro, que nos hizo titular “Patria Para Los Llaneros”, ese manifiesto,
suscrito por él, gente de Arauca, Casanare, el Meta, Barinas, Apure, Portuguesa
y Guárico, con el buen deseo de
procurarle alivio a su reiterada nostalgia y la de cuantos, recalamos, periódicamente, hasta unas
fronteras, donde amagan aún señales de
una utopía étnica que parece cada día más lejos que más nunca”.
Otro común y dilecto amigo, quien
con hermandad llanera, profesa su amistad y nos enorgullece su palabra de
afecto, el doctor Edgar Colmenares del Valle, apureño de cepa, quien el día
jueves 27 de diciembre de 2007, me responde la misiva donde le manifesté, que “con la fuerza y
la fe de seguir en la lucha por los ideales sembrados por ese hombre que fue
Barinas toda. Ahora con mayor ahínco haremos de este simposio un reencuentro
con su palabra, con su obra y con el llano total que nos hermana.” Y nuestro
compromiso de poner en alto el nombre de la llaneridad con la
organización del X Simposio Internacional de
Historia de los Llanos Colombo-venezolano y el I Encuentro de la Cultura
Llanera José León Tapia.
Como buen apureño y
trillador de estos mismos caminos no vaciló en responderme:
“Perfecto, amigo mío. Cuenta
con todo el apoyo que, individual e institucionalmente, pueda darte a través de
las Cátedras que dirijo en La Casa de Bello. Sin duda, Luis Alberto se sumará a
este propósito. Es la mejor forma de recordar a José León y de difundir su
obra. La vida, por supuesto, no siempre nos sale como queremos que sea.
Adelante y ahí, mediante Dios, estaremos. Aprovecho este momento en que te
respondo, para enviarte mi más cordial salutación de Año Nuevo. Espero que
podamos seguir adelante en los objetivos comunes que tenemos y que, sin duda,
nos ayudarán a fortalecer este hermoso país. Un fuerte abrazo y, desde ya, un Feliz Año para ti, para tu esposa y todos
tus seres queridos…Un abrazo y FELIZ AÑO 2008.”
Edgar.
También, uno de los más
estudiosos de la obra y vida de José León, el apreciado, culto y ponderado
profesor universitario Julio Rafael Silva Sánchez, cojedeño y de cercano
parentesco con doña Carmen Dolores González, viuda de Tapia. El 28 de diciembre
de 2007, me escribió:
“Estimado
Profesor Pérez Larrarte
Reciba un
saludo cordial y solidario, y mis buenos augurios en el desempeño de sus
delicadas labores creativas y profesionales. Hago extensivo a usted y su familia
mis deseos de que estas Navidades sean de absoluta dicha, armonía, paz y
felicidad y que el año 2008 les depare ventura y prosperidad. Con el alma llena
de congoja, sin recuperarme todavía de la infausta partida de José León, acuso
recibo de su comunicación referida al X Simposio Internacional de Historia
de Los Llanos Colombo-Venezolanos, a realizarse en esa ciudad en el mes de
julio de 2008. Debo decirle que le agradezco infinitamente la invitación, y que
puede-desde ya-contar con mi activa participación. Comparto con usted la
sorpresa y la tristeza por el deceso de este poeta que, más que
narrador de la historia viva de Barinas, del llano y del país, fue el protagonista por
excelencia y el testigo de excepción de vidas, costumbres, vivencias y agonías
de esa tierra llanera, en la cual supo encontrar el caldo de cultivo para sus
hermosas e inolvidables obras, inspiración y legado que nos llega desde su corazón,
amplio y bondadoso, como la tierra misma. Por razones de trabajo, no pude estar
en el funeral del poeta, pero el sábado siguiente visité a Carmen Dolores, esa
mujer de envergadura vertical y de ternura infinita, compañera de toda la vida
de José León, la cual, al lado de Marisol, Carolina, José Leoncito y el
recuerdo imborrable de Beatriz Dolores (la hija rebelde, prematuramente
fallecida), consternada, sorprendida e inconsolable, supo relatarme
algunas de las últimas vivencias de José León. Por cierto que, conversando con
Marisol, ésta me decía que ahora se hace más sentido el compromiso de la
publicación de mi obra Héroes y villanos, llaneros y llanura en las
narraciones de José León Tapia, de la cual -me imagino - habremos
hecho algunos adelantos tipográficos. De ser así, me gustaría saber cómo
estamos en cuanto a la posible edición de la obra, por lo cual me permito
solicitarle respetuosamente información al respecto. En verdad, sería
maravilloso que pudiéramos presentar (o bautizar) la obra en el merecido
homenaje que habíamos previsto para el cumpleaños número 80 del poeta, a
efectuarse en febrero del año 2008, el cual era esperado por él con expectación
y con su proverbial humildad. Pienso que ahora más que nunca tal homenaje
debería realizarse, pensando también que eran los deseos de José León
que se publicase ese libro, al cual él mismo ayudó a corregir y a dar
forma.
Con la seguridad de contar con su atención, reiterándole mi consideración y
alta estima, desde estas pampas carabobeñas, lo saluda,
Cordial y
fraternalmente”,
Julio Rafael Silva
Sánchez
Y que honor, así se hizo gracias a la diligente gestión del profesor
Edison Pérez Cantor, quien con orgullo asumió el loable compromiso de presidir
la comisión organizadora y por ende llevar a feliz termino el único deseo de
José León, en la celebración de sus ochenta años, la publicación de la referida
obra, por la Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora.
En el transcurrir del tiempo y al ver cristalizado ese sueño, el
encuentro de la cultura llanera, que se honra en llevar el nombre de José León
Tapia, observó en el animo de ustedes y de sus organizadores el fulgor
necesario para seguir adelante en la consolidación de este evento que le
pertenece a toda la región de los llanos y por consiguiente a los llaneros,
quienes nunca doblegamos ante las adversidades, asumiendo el compromiso del
tamaño que se nos presente, por ello hoy, sentimos sumo deleite al percibir que
esa idea nacida en la vieja Casa pulideña, sede del museo de Barinas Alberto
Arvelo Torrealba y concebida por Armando Gonzalez Segovia, Segundo Rojas
Garrido, Baudilio Mendoza, Edison Pérez Cantor y este humilde servidor, es ya
una llama clamorosa que enciende de amor patrio las llanuras venezolanas.
Y el estado Guárico es el mayor ejemplo en organización de este tipo de
eventos, desde ahora nos alistamos para preparar el venidero Simposio de los
llanos colombo-venezolano. Al abrir las puertas del llano, para recibir a los
hermanos colombianos, digamos como Adolfo: Patria para José León Tapia.
Mientras tanto en este encuentro que lleva su nombre y nos une en una
sola región, preparemos la artillería
del pensamiento y vayamos por el país, a pregonar que en Guárico corazón de Venezuela y donde nació el
llanero, el próximo año, será la capital de la llanura.
Con estas palabras que me salen del alma queda instalado este encuentro
de hermandad llanera.
Muchas Gracias…
Alberto Pérez Larrarte
Cronista Oficial del Municipio
Barinas