PALABRAS
POR LA MEMORIA DE
TRINO
MÈNDEZ FIGUEREDO
En memoria de la importancia de este acto y de la
personalidad de Trino, y como testimonio del desarrollo de la historia y por la
amistad con Trino; Alberto va a pronunciar unas breves y sencillas palabras.
Honestamente,
aunque yo le solicite, a sabiendas que esté, es un acto muy intimo como ustedes
lo definieron; pero yo rompí ese protocolo, por el gesto amoroso que tuvo
Alberto y por su siempre consideración con Trino y por la relación personal y
familiar que siempre los unió.
Doctor Jesús Garrido Pérez
Como podemos notar, Barinas llora la ausencia de Trino con el
caer de esta lluvia; la de uno de sus hijos más preclaros, diáfanos y dignos
que ha parido está tierra barinesa.
He estado muy ligado familiarmente a Trino como lo dije en
artículo anterior, que escribiera para resaltar su memoria. Ustedes conocen la
cercanía que ha existido entre ambas familias y en sus últimos años, tuvimos la
oportunidad de consolidar esa cercanía, la oportunidad de compartir mucho,
cuando me correspondió dirigir el museo de Barinas Alberto Arvelo Torrealba,
siendo Trino uno de los principales protagonistas de las actividades que se
realizaron en mi gestión, siendo un entusiasta colaborador de toda esas
actividades; es más fue el orador de orden seleccionado para hablar en nombre
de todos los soubletteros, teniendo el honor de hablar en nombre de los
egresados de la Escuela Federal Graduada Soublette, la recordada escuela que
formó a esa gama de barineses que hoy brillan por su intelectualidad y
formación.
Trino, no quería hablar, porque como ustedes conocen él era
reacio a ese tipo de cosas; pero por la confianza de nuestra cercanía, me
sentía con el derecho de animarlo y decirle, Trino no hay remedio te
corresponde dar las palabras y así fue. Improvisando unas palabras que
describían las vivencias de esa escuela, que como lo digo yo, esa escuela formó
hombres dignos y excelentes ciudadanos y Trino era uno de ellos.
Trino, se distinguió más que todo por el valor al respeto y la
amistad. Fue, a pesar de haber sido criado bajo el calor de un hogar de los
llamados representantes de la godarria barinesa, como se les decía y aún se les
endilga en la actualidad. Trino, se le conoció y admira por su convicción de
criterios, por su profunda vocación libertaria, fue un verdadero
revolucionario, se despinto de pacotilla, no se valió de un discurso, se
destacó siempre por su verticalidad en su conducta, en su claridad de
criterios.
Hay algo que a pesar que algunas personas que le observaban como
un ser inalcanzable, difícil de acercársele. Recuerdo que él decía: no es mi
culpa, es que yo a veces no veo; por lo que él pasaba y la gente lo veía con
semblante muy serio, por lo que aquellas personas, más que todo jóvenes, que se
acercaban al museo de Barinas Alberto Arvelo Torrealba, veían en él, en el
primer momento una distancia inalcanzable; pero cuando entablaban conversación,
al poco tiempo uno los veía, allí al frente y hasta en la acera compartiendo,
ya sea tomándose un trago o conversando de tantas cosas.
En mi labor de cronista, Trino fue uno de mis principales
colaboradores, informándome, orientándome y diciéndome lo que debía hacer.
No olvidó nunca aquella solidaridad que había entre ambas
familias, recordando en cada conversa a su compadre Rafael Domingo Larrarte o a
su compadre José Esteban Ruiz-Guevara, él era ese ser que sentía un alto valor
por el afecto y la amistad.
Bueno, quiero expresar las sentidas palabras de condolencias y
el dolor que embarga a Virgilio. Virgilio
Zapata, quien se encuentra convaleciente en Guanare, al enterarse de la
muerte de Trino, lloró su ausencia, en la cama donde se encuentra enfermo.
Pueden ver, ese era Trino, quien supo ganar afectos y creo que
con este sencillo; pero sentido y significativo acto, muy intimo, no le estamos
diciendo adiós, sino un hasta luego, porque ahora vamos a recordar a ese Trino,
sencillo y sonriente, a ese ser vertical que compartió con nosotros.
También creo que este es un homenaje que le vamos a hacer y le
seguiremos haciendo, para que perdure su ejemplo. Y en el libro que publicamos
de la Escuela Federal Graduada Soublette, allí hay parte de las palabras de
Trino, por cuanto este libro fue realizado para dejar testimonio y constancia
de esa vivencia que se dio en Barinas en los años cuarenta y que en el museo
tuvimos la oportunidad de reunir a más de sesenta soubleteros, egresados de la
escuela Soublette, y recuerdo lo que decía Trino, estuvimos reunidos
sopotocientos años juntos y recordaba ese fraterno abrazo que se dieron muchos,
después de tantos años sin verse.
Bueno, todas esas cosas las celebraba Trino, él era un amante de
todo eso; era un cronista oficioso por excelencia de Barinas, recuerdo el mapa
de la ciudad de Barinas de los años cuarenta, que nos llevo. Allá debe estar en
el museo.
A pesar de su dificultad en la vista, él con emoción nos iba
señalando y uno iba viendo y nosotros tratando de armar aquello que él nos
señalaba de las viejas casas barinesas.
Trino, fue un orientador, un maestro y un verdadero amigo, que
tuvimos la honra de conocer.
Para finalizar les pido que me hagan llegar esas hermosas
palabras* que acaban de leer para
publicarlas en la página que tengo en La noticia de Barinas, para que sus
amigos tengan un recuerdo más de Trino.
Mil gracias…
·
Publicadas el domingo
anterior en esta página.
Palabras, expresadas a
orillas del río Santo Domingo, el sábado 9 de julio de 2011, en el acto de
esparcimiento de las cenizas de don Trino Méndez Figueredo.
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