miércoles, 20 de marzo de 2013

APROXIMACION A LA HISTORIA DEL BARRIO 55, A TRAVÉS DE LA EVOLUCIÓN DE LA CIUDAD DE BARINAS



APROXIMACION A LA HISTORIA DEL BARRIO 55, A TRAVÉS DE LA EVOLUCIÓN DE LA CIUDAD DE BARINAS

             Escribir la historia de un barrio, calle, localidad o de cualquier lugar; no es cosa fácil, más aún cuando no se cuenta con la documentación necesaria que certifique que los datos registrados no carecen de veracidad; pero, apelando a la tradición oral, estrategia viable para acercarnos a la verdad histórica y que permite al investigador construir una aproximación de la realidad de los hechos.
Al hablar de la morfología urbana de la actual ciudad de Barinas, debemos señalar que esta comenzó a poblarse a partir de 1742. Aunque al referirnos a su fundación, entendemos que realmente es un tema bastante escabroso, por cuanto ha traído como consecuencia una polémica suscitada entre los historiadores y se ha mantenido a través del tiempo.
A mi criterio, considero que el sitio donde está actualmente la ciudad de Barinas tuvo vigencia oficial a partir de 1762, año éste en que es reconocida oficialmente como verdadera ciudad, según autorización de don José Solís, Virrey de Santa Fé de Bogotá, y aprobación Real de 4 de diciembre del mencionado año.
Estableciendo detalles que refuercen la reseña histórica del Barrio 55, cuya localización comprende la parroquia El Carmen del municipio Barinas; tenemos su ubicación:
Al Sur-Este: partiendo  de la intersección del callejón Cadela con la avenida Cuatricentanaria y limitando con la parroquia Don Rómulo Betancourt; seguimos por la avenida Cuatricentanaria con rumbo al sureste hasta la intersección con la avenida Rómulo Gallegos, siguiendo con rumbo Noreste hasta su intersección con la calle Mérida. De este punto continuamos por esta mismo calle rumbo Sureste hasta su intersección con la avenida Carabobo. De este punto y lindando con la parroquia Barinas.
Al Sur-Oeste: lindando con la Parroquia Corazón de Jesús, por la avenida Andrés Varela y con rumbo Suroeste hasta su intersección con la avenida Cnel. Agustín Codazzi,  lindando con la parroquia Ramón Ignacio Méndez, continuamos por la avenida Cnel. Agustín Codazzi,  con rumbo Noroeste hasta su intersección con las avenidas Sucre y profesor Adonay Parra Jiménez,  hasta su intersección con el canal de riego Santo Domingo.
Nor-Oeste: lindando con la parroquia Alto Barinas,  seguimos aguas arriba por el canal de riego Santo Domingo, hasta encontrar la intersección con el callejón Cadela,  continuando por dicho callejón con rumbo Noroeste hasta su intersección con la avenida Cuatricentenaria, punto de partida.
La población de esta parroquia se estimó para el año 2001, según  cifras oficiales del Censo de ese año, de 41.056 personas y sin hacer uso de los cálculos científicos recomendados, podríamos atrevernos a asegurar que en la actualidad casi se duplica la población.
Es una parroquia urbana que la conforma también,  entre otros, los barrios: San José, El Sol, La Federación, Independencia, El Cambió, Mariscal Sucre, El Molino, El Canal, 23 de Enero, Nueva Barinas y 19 de Abril y las urbanizaciones Fundación Mendoza, Don César Acosta, La Cinqueña, Cuatricentenaria y otras…
Este viejo e importante barrio de Barinas posee una ubicación privilegiada, por encontrarse circundado entre las avenidas 23 de Enero, Cuatricentenaria y Bachiller Elías Cordero Uzcátegui; tres de las principales arterias viales de la ciudad marquesa y en una zona de un esplendor comercial muy importante, donde se encuentran tiendas de franquicias internacionales, hoteles, restaurantes, ferreterías, licorerías, agencias de encomiendas, seguros,  vehículos, gasolineras, farmacias y un sin número de establecimientos dedicados al ramo comercial y financiero.
Me señaló uno de mis informantes que el barrio 55, se originó del desmembramiento del extenso y populoso barrió San José, cuando se transformó la antigua calle Coromoto, en la avenida Bachiller Elías Cordero; por allá en la década de los setenta y que el mismo existía como un sector del referido barrio San José. Sin embargo, otros me señalaron que entre sus nombres también figuraron Barrio Loco y Barrio Apureño, este último por haber sido fundado por personas provenientes del mencionado estado vecino. Ahora, el nombre de barrio 55  se popularizó tomando el nombre de la estación de servicio que se encuentra en el sector.
Esa afirmación confirma que debemos tomar en cuenta que la ciudad fue evolucionando a través del tiempo y extendiéndose de una manera vertiginosa, acelerada y su crecimiento desordenado, en la mayoría de los casos producto de invasiones sin planificación alguna,  permitiendo la formación de barriadas, de esa manera.  Poco a poco fueron consolidándose los nuevos núcleos urbanos, naciendo una sociedad más complicada y apareciendo posteriormente nuevas ocupaciones.
Cuando nació El barrio 55, Barinas empezaba a experimentar el auge de la modernización y sus habitantes vivían los cambios que generaba la riqueza del petróleo. Este barrio comenzó a formarse según varios informantes en plena dictadura perezjimenista, a mediados de la década de los cincuenta, cuando el país obtenía inmensos ingresos fiscales, producto de la industria petrolera; pero a pesar de las regalías obtenidas, los sectores de la economía nacional sufren una deformación estructural característica de la estructura económica de los países subdesarrollados. Tal situación invirtió los términos de nuestra economía, luego de caracterizarse por ser una economía de crecimiento “hacia adentro”, pasó a ser una economía de crecimiento “hacia fuera” en el sentido de que, en la década anterior, se originaron algunas industrias con capital nacional que utilizaban materias primas e insumos producidos en el país.
La mala o ninguna planificación para lograr un desarrollo armónico en las bases estructurales del país, conllevaron a producir este fenómeno de concentración de la población en las regiones urbanas, originándose también un nuevo fenómeno conocido como “los marginales”, constituidos por los habitantes del campo venidos a la ciudad y que no conseguían integrarse al proceso productivo.
Durante los años cincuenta se produce una distorsión económica por el cambio de roles en la sociedad, transformándose el orden de los sectores económicos:  III – I – II  en  III, - II – I – la transformación económica ocurrida durante esta década, origina el éxodo campesino, el abandono del campo y la formación de los cordones de miseria alrededor de las grandes ciudades convirtiendo al Estado en un ente paternalista y burocrático.
El barrio 55, como muchos otros de la ciudad que se originaron en la época perezjimenista, nacieron producto de invasiones no planificadas y conformadas por familias en su mayoría provenientes del sector rural a consecuencia de lo arriba señalado; pero con la participación colectiva y el deseo emprendedor de una ciudad, que se abría paso de manera asombrosa en la transformación arquitectónica que se estaba generando. La industria del cemento comenzaba a afincarse en el desarrollo de la región; tal vez, como una manera de paliar el régimen despótico, de tortura y represivo del General dictador.
La ciudad tenía racionada la electricidad y funcionaba con horario restringido de 9 de la mañana a 2 de la tarde; luego de las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche. Barinas estaba entre las tinieblas y los zancudos…
Con la bonanza petrolera y la llegada de muchos extranjeros, sobre todo españoles e italianos, se fue transformando la ciudad, muchos de ellos establecieron una gran diversidad de comercios, contribuyendo de manera positiva con el desarrollo económico de la región barinesa. En ese auge económico en que se desenvolvía la ciudad, fue aumentando el tránsito automotor  y el barrio 55 se convirtió en una zona de gran demanda comercial.
Para ese entonces el gobierno regional considerando que la ciudad de Barinas acusaba un decisivo avance en el orden social y material  que implica su reencuentro con un pasado de esplendor y prosperidad, y merecía  obras de utilidad y ornato, estimuladoras del espíritu colectivo, en tal sentido no escatimó esfuerzos de decretar la ampliación de la red de cloacas de la ciudad, para sustituir las letrinas por sanitarios de loza, la pavimentación por el sistema de concreto; comenzaban a desaparecer las calles polvorientas de la Barinas rural. El 2 de diciembre de 1955 se inaugura la avenida con el mismo nombre -2 de Diciembre-; actual avenida 23 de Enero, parte alta. El día 4,  la Corporación Venezolana de Fomento pone en servicio la nueva planta arrocera,  y allí muy cerca, se inaugura la Capilla Nuestra Señora del Carmen, frente al viejo cementerio de Barinas.




La época en que nació el barrio 55, está marcado por el acelerado crecimiento económico que empezó a sentir  esta región llanera. Barinas es un Estado en vía de desarrollo, pujante y activo, que avanza a pasos firmes hacia un futuro inmenso.





ALBERTOPÈREZ LARRARTE
Cronista Municipal








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