miércoles, 10 de abril de 2013

ENCUENTRO EN MEMORIA DE JOSÈ LEÒN TAPIA



ENCUENTRO EN MEMORIA DE
JOSÈ LEÒN TAPIA

Palabras pronunciadas en el III Encuentro Nacional de la Cultura Llanera José León Tapia, realizado los días 16 y 17 de junio de 2011, en la ciudad de San Juan de los Morros, estado Guárico.




Con orgullo barinés y con el recuerdo y la memoria del maestro José León Tapia, asumo este sublime compromiso de hilvanar estas sencillas y sinceras palabras cargadas de afecto, en nombre de sus familiares, paisanos y amigos y valiéndome de la concesión afectiva que ustedes me brindan me desgarro el alma para expresar abierta y llanamente; como lo diría el mismo José León, estamos entre amigos y aquí no venimos a dar discursos académicos, sino a llevar la palabra de afecto y amistad, en un reencuentro de fraternidad y cordialidad llanera, en memoria del amigo fraterno, conversador y memorialista del llano, el maestro José León Tapia.
Que en esta su tercera edición se realiza en merecido homenaje a  los historiadores Antonio Armas Chitty y Federico Brito Figueroa, gracias a la iniciativa de mi amigo, hermano y tocayo Alberto Díaz, quien ha contado con el valioso apoyo de la Gobernación del estado Guárico, a través de la Fundación para el Desarrollo de la Cultura Guariqueña (Fundaculgua) y la Universidad Rómulo Gallegos, hago mención especial en su vicerrectora académica, la doctora Arisela Medina, a quien me une un manojo de afectos que florecen como espinito sabanero en el largo y ancho lienzo de la llanura.
Esta  experiencia que para unos comienza hoy, servirá para prepararnos y asumir el compromiso del XII Simposio Internacional de Historia de los Llanos Colombo-venezolano que se realizará en estas tierras guariqueñas el próximo año.
Ahora, estamos acá custodiados por los morros para enaltecer la memoria del epónimo de este encuentro de la cultura llanera y por consiguiente exaltar las bondades de esa cultura, para muchos indescriptible.
He venido sin pretensiones de alardear de orador, sólo pretendo que mi voz sea eco del sentimiento de muchos de los afectos que por siempre animaron y sembraron en José León, una estela de emociones solidarias que perduraran por siempre en el tiempo indetenible y por la amistad común que nos une, no dudo en sentirme con el derecho de ser el albacea de su palabra. 
A propósito encontré un artículo publicado en la prensa, en enero de 2006, de mi buen amigo Miguel Azpurúa, que encaja en momento oportuno, cuando vengo con el morral cargado de nostalgias y recuerdos, a estas llanuras guariqueñas a las que José León, dedicó su última novela, publicada post-morten; sobre el legendario llanero, oriundo de Guardatinajas, Domingo López Matute, Muerte al amanecer , y como algunos esperan que les de un semblanza de ese médico y memorialista barinés, quien consagró su vida a su tierra barinesa.
Cito un fragmento del aludido artículo:
¿Quién es José León Tapia? Algunos se preguntarán –deben ser muy pocos afortunadamente-, es por ello que en este pequeño artículo intentaremos esbozar varios rasgos de su abnegada e inquieta existencia. José León Tapia cumplirá el próximo mes de febrero 78 años, nacido en  Barinas –la ciudad de las casas blancas-, hijo de Luis Alfonso Tapia Encinoso y de doña Carmen Contreras Gutiérrez. Se formó didácticamente en la escuela “Carlos Soublette” de su ciudad natal, continuando en el Colegio “La Salle” de Barquisimeto hasta obtener su grado de bachiller en el liceo “Lisandro Alvarado” de la capital crepuscular. Poco después inicia su carrera de Medicina en la Universidad Central de Venezuela, recibiendo su título de Médico Cirujano en 1952. Regresando casi inmediatamente –del brazo de su juvenil esposa– a Barinas, para ejercer su digna profesión, a la que ha dedicado más de medio siglo de su existencia, combatiendo la mediocridad, el conformismo y el “rastacuerismo”.
Como dije al inicio, nos encontramos entre la fraternidad y el afecto de una amistad concebida de principios y valores nobles, que gusto me da leer esta misiva de mi fraternal amigo y maestro Adolfo Rodríguez, cuando el 19 de diciembre de 2007, me escribió:
Apreciado Alberto:
Sin reponerme aún de la  inesperada  partida de  José León.  Escribí esta nota para El Nacional, que no ha salido aún.  Te autorizo para divulgarla, si lo consideras. Saludos a los tuyos y feliz navidad.”
Adolfo Rodríguez
Y la nota en referencia, como ven, con la anuencia de su autor, la traigo para refrescar esas vivencias compartidas en tierras colombianas, titulada acertadamente:
PATRIA PARA JOSÉ LEÓN
Dice la nota:
“Tal vez porque patria es casi el anagrama de su apellido, fue que usamos ese término para el pronunciamiento final del último Encuentro Colombo-Venezolano de Escritores Llaneros realizado en Arauca. Acuerdo que deriva  de su vibrante discurso, la mañana del 27 de noviembre, rememorando J. L. Tapia, una exitosa travesía escrituraria, la motivación central de su próxima saga de llanerías así como andanzas por  suelos araucanos tras tantas pistas de una fascinación desfallecida casi en Venezuela y rozagante en aquellos llanos.  Sensación de destierro, que nos hizo titular “Patria Para Los Llaneros”, ese manifiesto, suscrito por él, gente de Arauca, Casanare, el Meta, Barinas, Apure, Portuguesa y Guárico,  con el buen deseo de procurarle alivio a su reiterada nostalgia y la de cuantos,   recalamos, periódicamente, hasta unas fronteras,  donde amagan aún señales de una utopía étnica que parece cada día más lejos que más nunca”. 
Otro común y dilecto amigo, quien con hermandad llanera, profesa su amistad y nos enorgullece su palabra de afecto, el doctor Edgar Colmenares del Valle, apureño de cepa, quien el día jueves 27 de diciembre de 2007, me responde la misiva donde le manifesté, que con la fuerza y la fe de seguir en la lucha por los ideales sembrados por ese hombre que fue Barinas toda. Ahora con mayor ahínco haremos de este simposio un reencuentro con su palabra, con su obra y con el llano total que nos hermana.” Y  nuestro compromiso de poner en alto el nombre de la llaneridad con la organización del X Simposio Internacional de Historia de los Llanos Colombo-venezolano y el I Encuentro de la Cultura Llanera José León Tapia.


Como buen apureño y trillador de estos mismos caminos no vaciló en responderme:
“Perfecto, amigo mío. Cuenta con todo el apoyo que, individual e institucionalmente, pueda darte a través de las Cátedras que dirijo en La Casa de Bello. Sin duda, Luis Alberto se sumará a este propósito. Es la mejor forma de recordar a José León y de difundir su obra. La vida, por supuesto, no siempre nos sale como queremos que sea. Adelante y ahí, mediante Dios, estaremos. Aprovecho este momento en que te respondo, para enviarte mi más cordial salutación de Año Nuevo. Espero que podamos seguir adelante en los objetivos comunes que tenemos y que, sin duda, nos ayudarán a fortalecer este hermoso país. Un fuerte abrazo y, desde ya, un Feliz Año para ti, para tu esposa y todos tus seres queridos…Un abrazo y FELIZ AÑO 2008.
Edgar.
También, uno de los más estudiosos de la obra y vida de José León, el apreciado, culto y ponderado profesor universitario Julio Rafael Silva Sánchez, cojedeño y de cercano parentesco con doña Carmen Dolores González, viuda de Tapia. El 28 de diciembre de 2007, me escribió:
“Estimado Profesor Pérez Larrarte

Reciba un saludo cordial y solidario, y mis buenos augurios en el desempeño de sus delicadas labores creativas y profesionales. Hago extensivo a usted y su familia mis deseos de que estas Navidades sean de absoluta dicha, armonía, paz y felicidad y que el año 2008 les depare ventura y prosperidad. Con el alma llena de congoja, sin recuperarme todavía de la infausta partida de José León, acuso recibo de su comunicación referida al X Simposio Internacional de Historia de Los Llanos Colombo-Venezolanos, a realizarse en esa ciudad en el mes de julio de 2008. Debo decirle que le agradezco infinitamente la invitación, y que puede-desde ya-contar con mi activa participación. Comparto con usted la sorpresa y la tristeza por el deceso de este poeta que, más que narrador de la historia viva de Barinas, del llano y del país, fue el protagonista por excelencia y el testigo de excepción de vidas, costumbres, vivencias y agonías de esa tierra llanera, en la cual supo encontrar el caldo de cultivo para sus hermosas e inolvidables obras, inspiración y legado que nos llega desde su corazón, amplio y bondadoso, como la tierra misma. Por razones de trabajo, no pude estar en el funeral del poeta, pero el sábado siguiente visité a Carmen Dolores, esa mujer de envergadura vertical y de ternura infinita, compañera de toda la vida de José León, la cual, al lado de Marisol, Carolina, José Leoncito y el recuerdo imborrable de Beatriz Dolores (la hija rebelde, prematuramente fallecida), consternada, sorprendida e inconsolable, supo relatarme algunas de las últimas vivencias de José León. Por cierto que, conversando con Marisol, ésta me decía que ahora se hace más sentido el compromiso de la publicación de mi obra Héroes y villanos, llaneros y llanura en las narraciones de José León Tapia, de la cual -me imagino - habremos hecho algunos adelantos tipográficos. De ser así, me gustaría saber cómo estamos en cuanto a la posible edición de la obra, por lo cual me permito solicitarle respetuosamente información al respecto. En verdad, sería maravilloso que pudiéramos presentar (o bautizar) la obra en el merecido homenaje que habíamos previsto para el cumpleaños número 80 del poeta, a efectuarse en febrero del año 2008, el cual era esperado por él con expectación y con su proverbial humildad. Pienso que ahora más que nunca tal homenaje debería realizarse, pensando también que eran los deseos de José León que se publicase ese libro, al cual él mismo ayudó a corregir y a dar forma.

Con la seguridad de contar con su atención, reiterándole mi consideración y alta estima, desde estas pampas carabobeñas, lo saluda,
Cordial y fraternalmente”,
Julio Rafael Silva Sánchez
Y que honor, así se hizo gracias a la diligente gestión del profesor Edison Pérez Cantor, quien con orgullo asumió el loable compromiso de presidir la comisión organizadora y por ende llevar a feliz termino el único deseo de José León, en la celebración de sus ochenta años, la publicación de la referida obra, por la Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora.
En el transcurrir del tiempo y al ver cristalizado ese sueño, el encuentro de la cultura llanera, que se honra en llevar el nombre de José León Tapia, observó en el animo de ustedes y de sus organizadores el fulgor necesario para seguir adelante en la consolidación de este evento que le pertenece a toda la región de los llanos y por consiguiente a los llaneros, quienes nunca doblegamos ante las adversidades, asumiendo el compromiso del tamaño que se nos presente, por ello hoy, sentimos sumo deleite al percibir que esa idea nacida en la vieja Casa pulideña, sede del museo de Barinas Alberto Arvelo Torrealba y concebida por Armando Gonzalez Segovia, Segundo Rojas Garrido, Baudilio Mendoza, Edison Pérez Cantor y este humilde servidor, es ya una llama clamorosa que enciende de amor patrio las llanuras venezolanas.
Y el estado Guárico es el mayor ejemplo en organización de este tipo de eventos, desde ahora nos alistamos para preparar el venidero Simposio de los llanos colombo-venezolano. Al abrir las puertas del llano, para recibir a los hermanos colombianos, digamos como Adolfo: Patria para José León Tapia.
Mientras tanto en este encuentro que lleva su nombre y nos une en una sola región,  preparemos la artillería del pensamiento y vayamos por el país, a pregonar que en  Guárico corazón de Venezuela y donde nació el llanero, el próximo año, será la capital de la llanura.
Con estas palabras que me salen del alma queda instalado este encuentro de hermandad llanera.
Muchas Gracias…       
Alberto Pérez Larrarte
Cronista Oficial del Municipio Barinas






1 comentario:

  1. Hermano: Necesito tu correo para enviarte el material que te ofrecí sobre la Clínica El Pilar, tengo un correo pero me rebota cuando te envío la información. Por favor envíamelo a huaradiaz@gmail.com Saludos. Hugo Araujo

    ResponderEliminar